
El Beagle a su paso por el estrecho de Magallanes. By R. T. Pritchett [Public domain], via Wikimedia Commons
He leído recientemente el diario que escribió Darwin sobre su viaje alrededor del mundo en el Beagle, en el que se gestó la teoría de la evolución.
Cuenta la historia de un joven de 22 años, con ganas de conocer el mundo y de entender la naturaleza. Es un libro que anima a no dejar de fascinarnos por la naturaleza. En muchos casos puedes percibir la fascinación de un inglés del s. XIX enfrentado a lugares terriblemente diferentes a Inglaterra que le emocionan y le fascinan.
“But it is not possible to give an adecuate idea of the higher feelings of wonder, astonishment, and devotion, which fill and elevate the mind.” [April 14th 1832]
Me imagino a un chaval joven, mirando, buscando, experimentando, tomando notas para que no se le escape nada, intentando experimentar las cosas que ve, entender como funciona el mundo. Es el rarito de la expedición. En algunos pasajes, da la sensación de que Fritzroy, el capitán del Beagle, lo soltaba de vez en cuando para que jugase, como haces con un niño en el parque.
Darwin nos describe los paisajes su belleza o su fealdad muchas veces sin juzgar, cosa bastante llamativa si tenemos en cuenta la época en que está escrito. Aunque se nota, a lo largo de la obra (la cual cuenta el viaje en orden cronológico) como poco a poco se va volviendo más crítico y haciendo cada vez más juicios de valor, da la sensación de que se le van acabando las buenas intenciones.
El libro nos ofrece reflexiones científicas sobre la geología y sobre ecología, es una constante discusión en la que Darwin reflexiona, pone en duda los conocimientos de su tiempo sobre la historia natural, la geología o la antropología. Sobre historia natural, quizá resaltaría como nos habla de simbiosis, reflexiona sobre las consecuencias de la introducción de de especies exóticas, reflexiona sobre el ensamblaje de las comunidades y los factores que influyen en la composición especifica de los lugares que visita, de la influencia del clima sobre la vegetación… Es muy interesante ver a quien cita en el libro (a que científicos me refiero), con quien, por ejemplo, se carteaba. Darwin leía e incluso intercambiaba cartas con el top 10, con los científicos de la época que casi 200 años después estudiamos como los padres de la paleontología (Cuvier, Lyell) o los creadores de las primeras teorías científicas sobre el mundo natural. De hecho, a lo largo del libro se ve como la ciencia de la época estaba ya preparada para que se formulara la teoría de la selección natural, Darwin tenía todas las piezas solo hacía falta alguien que las pusiera en orden (Cosa nada fácil) y fuese lo suficientemente valiente para enfrentarse a los prejuicios de la época.
De hecho sobre el tema de la religión, llama la atención como se declara creyente y habla de dios como creador del mundo, pero a la vez atribuye a la tierra una vida muy larga y tiene claro que ha habido cambio en las faunas a lo largo de la historia de la tierra.
Es muy interesante leer los pequeños experimentos que realiza en el barco con los especíemenes que va capturando, para comprobar descripciones de otros viajeros anteriores o simplemente para saciar su curiosidad, pero siempre con la idea de ser riguroso y de aportar algo a la comunidad científica. De hecho, fijándonos en la forma de trabajar de Darwin, e mi opinión, el método científico ya estaba más que definido, me da la sensación que desde entonces no hemos avanzado cualitativamente (En cuanto a la calidad de la ciencia) si no solo cuantitativamente en cuanto al número de cosas descritas y experimentos hechos… pero no en la esencia de como hacemos la ciencia.
A lo largo del libro encontramos una dicotomía interesante, la relación entre la pasión y la admiración que despierta el el la naturaleza y el científico que experimenta con métodos «destructivos». Por ejemplo en un pasaje nos cuenta como se deleita con el vuelo del cóndor y unos párrafos antes nos había contado como había pedido que maten a un cóndor para poder examinarlo… es quizá una dicotomía a la que nos enfrentamos muchos de los que trabajamos con la naturaleza.
Es interesante ver como, muchas veces, juzga los lugares desde el punto de vista productivo, sobre Brasil leemos:
“Considering the enormous area of Brazil, the proportion of cultivated ground can scarcely be considered as anything, compared to that which is left in the state of nature: at some future age, how vast a population it will support!” [April 14th 1832]
No piensa en conservar la selva o el bosque atlántico, a pesar de que, a lo largo del libro, valora la belleza de los paisajes y el patrimonio natural. Pero por aquel entonces la naturaleza, sobretodo en América, era algo vasto, inconmensurable, que no se percibía como algo que pudiera estar amenazado por las actividades humanas. De hecho a lo largo del libro relaciona los paisajes cultivados con la prosperidad y en particular, en tierra de fuego habla de como lamentablemente no se han podido aclarar los bosques para cultivar.
Aunque no es un libro sobre costumbres, es interesante leer las explicaciones que da sobre la vida de los pueblos en los lugares que visita. La agricultura, que especies se cultivaban, p.e. el uso del fuego en la pampa para mejorar el pasto… A Darwin le fascinó particularmente la vida de los Gauchos, a los que describe como hombres libres, que pueden tomar su caballo e ir donde quieran. Es algo que enlaza con otras ideas románticas sobre la visión del hombre que vive en la naturaleza que tenemos los urbanitas de los países desarrollados, y que ha llegado hasta el siglo XX y el XXI, pensemos en Mountanin man de Vardis Fisher o la película El Renacido. A lo largo del libro habla en contra de la esclavitud o contra el exterminio de las poblaciones nativas, lo denuncia y da claramente su opinión en contra sobre el tema. Se pregunta por ejemplo, sobre los detalles de la vida diaria de los esclavos sobre su felicidad y sobre la injusticia que supone la esclavitud. Aunque como ocurre con los juicios de valor, esta actitud también va cambiando a lo largo del libro.
Una cosa que me hace pensar el libro es que este hombre podría haber muerto fácilmente durante el viaje. p.e. recorrió el mundo en un barco en el s. XIX y atravesó los andes a caballo. La imagen del libro no encaja con la imagen que tenemos de Darwin un respetable ingles barbudo encerrado en casa escribiendo El origen de las especies. Podía haber muerto de hambre, de escorbuto, haberse partido la crisma al caer de un caballo, haber muerto en una escaramuza en la Pamapa o en Brasil… ¿Cómo hubiera sido la historia de la ciencia? Tampoco encaja esa visión con la que ofrece el libro, Darwin hace gala de una dureza física y mental propia de los aventureros, dormir al raso, jornadas largas a pie o a caballo…
Tanto si os gustan los libros de viajes, los libros de ciencia, las biografías o la historia de la ciencia, recomiendo este libro. A los estudiantes de biología o doctorandos con trabajo de campo, se lo recomiendo especialmente, os vais a sentir muy identificados y vais a aprender mucho sobre ciencia. Y es bastante más fácil de leer que El origen de las especies.
Se puede descargar o leer online en el proyecto Guttemberg.
jaume.