Hola,
Este año, en la asignatura sobre restauración de canteras y carreteras que imparto en el master de restauración de la Universidad de Alicante estamos trabajando en la recopilación de publicaciones sobre restauración en canteras y carreteras. Pero nos estamos centrando en publicaciones que sean accesibles y que no estén en un lenguaje científico. Podéis ver la lista aquí.
Aquí os pego la última contribución de Andrés Sáez Cases.
Instalación de cubierta vegetal en taludes en obras en zonas áridas.
Autores: Juan I. García Viñas. Carlos Carreras Egaña. Mariana Orti Moris.
Es difícil definir el concepto de “zonas áridas”. En general serían aquellas zonas donde el desarrollo vegetal está limitado por la escasez de precipitaciones. En España, las zonas áridas se corresponden con el sureste de la península. En este trabajo se describen las principales dificultades y se sugieren un conjunto de soluciones y tratamientos, así como una selección de especies de fácil propagación e implantación, que permitan una armonía con el paisaje.
En cuanto a las características de las zonas áridas, los principales factores y características que pueden limitar o dificultar la consecución de una cubierta vegetal en taludes pueden resumirse en 4 tipos:
1. Aspectos desfavorables del clima, que incluyen la escasez y torrencialidad de las
precipitaciones, la irregularidad climática anual y la elevada evapotranspiración.
2. Aspectos desfavorables de los sustratos, esto es, influye la presencia de arcillas o de minerales hinchables, estructura y textura del suelo, falta de microorganismos simbiontes (micorrizas), la salinidad y la presencia de yesos que restringe mucho la elección de las especies con las que revegetar.
3. Características topográficas del talud, como son la pendiente y la longitud de la misma.
4. Aspectos de la dinámica vegetal. En las zonas áridas La progresión vegetal se manifiesta como un proceso discreto que necesita de una secuencia de años de precipitaciones favorables.
Antes de empezar con la revegetación es necesario llevar a cabo las acciones pertinentes para la estabilización del talud. Una vez hecho esto se debe proceder a la implantación de una cubierta vegetal que proporcione una mayor estabilidad al terreno, mejore la estructura del suelo, favorezca la reducción de la erosión hídrica y suponga una integración de los terrenos afectados en el paisaje, minimizando así el impacto visual producido.
Las técnicas más apropiadas para la implantación de las especies vegetales elegidas para este tipo de zonas son la plantación y la hidrosiembra combinadas de forma que se complementen, o la plantación cuando las especies a emplear y los costos de la siembra lo hagan necesario.
Es recomendable que el trasplante se realice con ejemplares con 2 o 3 savias y en otoño, aprovechando que la probabilidad de precipitación es mayor en esta época.
En cuanto la elección de especies hay que tener en cuenta que deben de ofrecer unas facilidades de reproducción y de obtención de nuevos propágulos que las hagan atractivas. Frugales y de bajo mantenimiento, en el sentido relativo de su entorno, con sistemas radicales aptos a las condiciones del talud. Los crecimientos deben de ser al menos moderadamente rápidos.
Así, algunas especies idóneas para la revegetación de taludes en zonas áridas son Pinus halepensis, Phoenix dactylifera, Elaeagnus angustifolia y Tetraclinis articulata con talla arbórea; Tamarix africana, Vitex agnus-castus, Quercus coccifera, Rosmarinus officinalis, Chamaerops huimilis, de talla arbustiva; y Hyparrhenia hirta o Stipa tenacissima en cuanto a herbáceas.