
Frutos de madroño. Arbutus unedo. Foto de Wikipedia.
Hola.
Desde hace años se sabe que las semillas de una misma especie no son iguales, según la población de donde vengan tienen diferentes porcentajes de germinación y diferentes requerimientos para germinar. Así, las semillas de especies mediterráneas (e.g. Erica australis, Lavanula stoechas o Cistus salvifolius, 1, 2) responde de forma diferente a los tratamientos para hacerlas germinar según de donde vengan. Esto ocurre también dependiendo del ambiente en que vivió la madre durante la maduración de las semillas (3).
A la hora de utilizar semillas para restauración tenemos que tener en cuenta esto. Si recolectamos semillas del campo no obtendremos los mismos resultados de germinación dependiendo de donde las recolectemos (4).
Recientemente se ha publicado un artículo que va un poco más allá. Utilizando tres poblaciones portuguesas de Madroño estudia este efecto de la procedencia de las semillas en el crecimiento de las plántulas en condiciones de sequía. Las plántulas de diferentes procedencias eran diferentes en cuanto a las adaptaciones morfológicas a la sequía. En condiciones de sequía, las semillas de los lugares más húmedos daban lugar a plántulas que crecían más rápido que las de otras procedencias pero que se adaptaban muy mal a la falta de agua. De hecho las plántulas de zonas más húmedas producían hojas menos esclerófilas y menos biomasa radicular independientemente de las condiciones de sequía, lo que nos hace pensar que estaban preparadas para sobrevivir en un ambiente más húmedo.
Por lo tanto, la procedencia juega un papel significativo en el desarrollo temprano del Madroño en relación con la sequía. Esto refuerza la idea de que hay elegir semillas de áreas con climas similares a las zonas a restaurar (e.g. 5).
Jaume.